Monday, November 24, 2008

La unidad latinoamericana inspirada en el pensamiento Sanmartiniano.



Muchas páginas han sido escritas sobre la obra del Libertador San Martin y aún seguirán escribiéndose mas. Sobre todo por los alcances de su obra, su ejemplo y vision sobre la unidad latinoamera, la cual es particulamente relevante para el Peru.


Relevancia que se hace mayor en los actuales tiempos post-modernos, que son tiempos especialmente aciagos para los estados nación latinoamericanos . Son en estos tiempos de crisis nacionales , como los actuales, cuando la mirada colectiva y personal de nuestras identidades históricas se vuelcan , en medio de las penumbras, con más ahínco a sus orígenes. A los visionarios que fomentaron en la conciencia americana , sus imaginarios fundacionales y aún ahora desde el pasado, con su ejemplo, invitan a creer con esperanza en los potenciales y en el futuro de nuestra América Latina .


Nada más cercano que la visión estratégica de San Martin para estos tiempos. San Martín entendió que el futuro de las jóvenes repúblicas estaban ligadas íntrínsecamente . Tanto, que la emancipación de la Argentina estaba vinculada a la liberación del Perú de la hegemonía virreinal española , sin lo cual se vería constantemente amenzada , por ser éste el centro del poderío peninsular en la América española.


Para San Martín este objetivo emancipador solo sería posible con la consecusión de los esfuerzos independentistas de todos los americanistas. De acuerdo a esta convicción decide cruzar con un pequeño pero disciplinado ejército los Andes hacia la Capitanía de Chile y avanzar por mar hacia Lima, puesto que las anteriores expediciones que tomaron la ruta del Alto y Bajo Perú habían fracasado. Así, la cabeza y gendarme del poderio español en América del Sur , a cargo del Virrey Abascal , se vería jaqueada .


En esta gesta emancipadora, San Martín se guió por unos pocos pero profundos e inamovibles principios que marcarían su derrotero , como el no tomar partido por algún bando en la ciudad de Buenos Aires , mirar a todos los Estados americanos como hermanos , como menciona José Pacífico Otero en su libro : “La ideología de San Martín” :

en 1848, y en carta al General Ramón Castilla, presidente del Perú, así decía, como en un testamento autobiográfico: “En el período de diez años de mi carrera pública, en diferentes mandos y Estados, la política que me propuse seguir fue invariable sólo en dos puntos, a saber: Primero, de no mezclarme en absoluto en los partidos que alternativamente dominaron en aquella época en Buenos Aires, a lo que contribuyó mi ausencia en aquella capital por el espacio de nueve años.

El segundo punto fue el de mirar a todos los Estados americanos, en que las fuerzas de mi mando penetraron, como Estados hermanos, interesados todos en un santo y mismo fin. Consecuencia de este justísimo principio, mi primer paso era hacer declarar su independencia y crearle una fuerza militar propia que la asegurase.”
Pero a estos principios agregaría otros dos , como el de subordinar cualquier rivalidad a la priorización de la independencia americana de modo que su espada solo se desenvainaría contra los enemigos de ésta e incluso si fuera necesario estaría al servicio de otra para este fin, hecho que fue claramente expresado en su reunión con Bolívar en Guayaquil.
Asímismo, otro principio trascedental en la ética política Sanmartiniana fue la de respetar el principio de la voluntad popular basada en la libre determinación de los pueblos. En este sentido Jorge Basadre, distinguido historiador peruano escribe en su primer tomo del libro : “La Historia del Peru” :

“En relación con la historia del Perú lo verdaderamente Sanmartiniano es el respeto al principio de la voluntad popular, La convocatoria al Congreso Constituyente , la elección de los diputados de este congreso y las garantias que ellos gozaron para reunirse”



En tal sentido , la proclama de declaración de independencia del Perú es clara cuando afirma :

“ El Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende . ”

Es en base al planeamiento e inicial aplicación de esta concepción de la ilustración francesa es que comienza a plantearse un nuevo modelo de contrato social que el Libertador complementaría con su discurso, del 20 de septiembre de 1822, ante el Congreso Constituyente peruano, dando por finalizado su función de Protector del Perú, y entregando el mando Supremo al Congreso Constituyente cuando afirma :

“Desde este momento queda instalado el congreso soberano y el pueblo reasume en todas sus partes ... veo instalado el Congreso Constituyente , en él deposito el Mando Supremo”

San Martín, se retira como buen soldado y fiel a sus principios políticos. Había entregado a O´higgins el mando de la reciente independencia de Chile ; en el Perú lo entrega a un Congreso Constituyente. Así se retira primero del escenario político peruano y luego latinoamericano a fin de no hacer sombra a otros que puedan proseguir la gesta emancipadora , autoexiliándose en Francia .

De este modo San Martín fue , como bien señala Bartolomé Mitre en su obra titulada “Historia de la Indepencia Sudamericana” :


“Fiel a la máxima que reguló su vida, fue lo que debía ser y antes que ser lo que no debía , prefirió no ser nada . Por eso vivio en la inmortalidad” .


Y hasta el día de hoy , recordamos esta magna gesta con efectos que van más alla de la simple evocación histórica, de la memoria colectiva o una actitud diletante , para reflexionar sobre el estructural carácter interdependiente de nuestras repúblicas americanas, sobre las cuales, su emancipación como estados –nación se halla fundada .


En este sentido , considerar el sustrato de esta visión emancipadora en términos exclusivos de una efeméride, es no contar con todos los hilos constitutivos de nuestra historia e implica mirar falazmente el futuro. El nacimiento de los diferentes estados-nación en la América española, fueron posibles en base al entendimiento inicial de una suerte colectiva fundante, que los involucraba intrínsecamente y que la historia de los ultimas décadas en América Latina se ha encargado de hacernos recordar en diversas oportunidades con dureza.


No es una casualidad que a los seís días de la proclamación de la independencia del Perú , esto es el 3 de agosto de 1821 se promulgara la creación del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Era imprescindible la articulación de los esfuerzos americanos para el fortalecimiento del movimiento emancipador y la completa instauración del nuevo orden republicano frente al “le antique regime” en los distintos frentes internos.


Esta interacción política-militar americana se hallaban desde antes inmersas en un tejido de redes comerciales “internacionales”, que articulaban y estimulaban circuitos comerciales entre las Capitanías y Virreinatos de la región fortalecidos por el Monopolio comercial de la Metrópoli.
De allí que nuestras nacientes políticas exteriores tienen desde un inicio un rol sustantivo en la consitución de nuestros estado-nación, así como en la proyección de ésta hacia su futuro. En el caso latinoamericano no es una mera proyección del Estado al exterior como es el caso en los países del primer mundo.

San Martín enfatizó con el ejemplo el respeto a la voluntad colectiva , más allá de las consideraciones propias y la urgencia de los consensos por encima de los intereses personales. Señaló las pautas de una imprescindible unidad latinoamericana frente a los retos de su emancipación que hoy podemos llamar desarrollo de paises emergentes.


Desde estas coordenadas San Martín y su equipo de colaboradores logró formar ejercitos multinacionales , supo plantear los términos iniciales de una democracia representativa , más allá de sus consideraciones personales e insinuó el necesario abordaje colectivo latinoamericano de los retos nacionales del futuro, de manera concertada. En este sentido es claro cuando San Martín afirma en su última proclama en la ex-ciudad de los Virreyes :


“Peruanos : os dejo establecida la representación nacional; si depositaís en ella una entera confianza , cantad el triunfo , si no la anarquía os va a devorar..”


Este es el mensaje final de San Martin , no solo a todos los peruanos como a América Latina , trabajar la representación nacional, eje de la gobernabilidad democrática , con una visión americanista , colectiva , entendiendo que el futuro latinoamericano solo será posible si se labra colectivamente en los distintos ámbitos , sea regional o global . El desarrollo emancipador de nuestros pueblos aún continua .


Este mensaje es hoy más actual que nunca , cuando la agenda internacional versa cada vez más sobre temas comunes y en el escenario interno posee un peso más específico los vaivenes de la economía internacional .

Por lo cual , para finalizar estas reflexiones solo cabria decir junto con San Martin :

"Unámonos hermanos americanos, de lo contrario , la anarquía nos va a devorar"

New York, Sept. 2003.

Cesar Gayoso